La pantomima es un género que Ortzai domina a la perfección y por el que ha llenado de humor y alavesizado no pocas historias bien conocidas por el público en general. Espectadores que, eso sí, no pueden imaginar la particular versión que de personajes como Blancanieves hasta que no conocen a Edurnezuri, por poner un ejemplo. 

Ana del Val, diputada de Cultura, e Iker Ortiz de Zárate, fundador y director de Ortzai Alex Larretxi

En este caso, la compañía gasteiztarra fundada y dirigida por Iker Ortiz de Zárate, recupera uno de sus títulos más exitosos para salir de su sede en la calle Pintorería y girar por siete localidades alavesas. Hansel y Gretel toman Álava.

Las primeras actuaciones, de hecho, son inmediatas y consecutivas. Mañana, el grupo estará en Yécora (19.00 horas) para acudir el sábado a Baños de Ebro, a la misma hora. En cuanto al domingo y al lunes, las representaciones se producirán a las 18.00 horas en Navaridas y Berantevilla, respectivamente.

Pasado este maratón, el 13 de abril Ortzai estará actuando en Durana (19.00 horas). Se abrirá aquí un pequeño paréntesis hasta las dos citas restantes, que ya llegarán en julio, en ambos casos a las 20.00 horas. El 13 será el turno de Azáceta y el 20 de Maeztu. Todas las sesiones son de acceso gratuito y están pensadas para un público de todas las edades.

Una imagen promocional de la obra Cedida

El factor del humor

Estas representaciones se llevan a cabo dentro del programa de teatro estacional, una iniciativa impulsada y financiada por la Diputación. Son ocasiones de encontrarse con el público más allá de la capital alavesa y compartir con él una obra “llena de humor, en la que damos una vuelta de tuerca a la historia que todo el mundo conoce”.

Así lo explica un Ortiz de Zárate que subraya ese peso cómico de la pantomima, ese interés de Ortzai por cubrir “la necesidad de humor que todos tenemos”. De reír para disfrutar y para abrir, si se quiere, alguna que otra puerta a la reflexión.

No en vano, como señala el actor, director y dramaturgo vitoriano, “el teatro es un pilar de la sociedad”, uno a reivindicar en una época en la que las nuevas tecnologías “nos separan de nuestra piel”.