Ultzama es un idílico valle ondulado con infinitos tonos verdes que aportan miles de matices a sus prados y bosques de robles y hayas. Está salpicado por pequeños pueblos de estética muy cuidada que disponen de grandes caseríos de piedra con amplias balconadas repletas de flores que bien merecen una visita. Larraintzar es la capital de este tranquilo valle navarro muy cercano a Pamplona, que seduce por sus paisajes y convence a través de su extraordinaria cocina donde las carnes y las setas son las protagonistas. Es ideal para realizar senderismo, perderse por sus bosques milenarios, jugar al golf entre robles, montar a caballo o simplemente degustar una típica cuajada.

Atetz, por su parte, es un pequeño y bonito valle ubicado en la comarca de Ultzamaldea e integrado por cinco concejos y seis lugares habitados. Se trata de una zona muy frecuentada por senderistas y que cuenta con una red de senderos señalizados que unen los pueblos que configuran el valle. Muchos de los senderos forman parte del legado histórico cultural de los habitantes del valle. Son caminos históricos por los que se han canalizado las relaciones sociales o las rutas ganaderas.

Por último, Basaburua es un valle situado a los pies de los montes que dividen las vertientes cantábrica y mediterránea. Como en los valles vecinos, aquí también los pueblos son pequeños y coquetos, sus caseríos blancos con tejados rojos a dos aguas y grandes campos verdes forman un paisaje tan tranquilo como hermoso. La gran cantidad de robledales y hayedos hacen de este valle un lugar ideal para disfrutar y realizar actividades en la naturaleza como el senderismo, bicicleta de montaña o el excursionismo para ascender a sus cimas más altas como Ireber o Ernaitzu.

Ficha del libro

  • Título: ‘Valles de Ultzama, Atetz y Basaburua’
  • Autor: Txusma Pérez Azaceta
  • Editorial: Ecos Travel Books
  • Páginas: 122
  • Precio: 14,99 euros
La portada del libro.

La portada del libro.

Los tres valles son protagonistas del nuevo libro del montañero Txusma Pérez Azaceta titulado Valles de Ultzama, Atetz y Basaburua, una guía que incluye excursiones, visitas a pueblos con encanto, y recomendaciones de alojamientos y restaurantes.

A continuación, una de las rutas propuestas en la publicación. 

Eztunarri y Orbide desde Alkotz

En esta sencilla y preciosa ruta circular vamos a conocer los importantes bosques situados al norte de Alkotz. Un estrecho sendero nos acercará entre bellos ejemplares de hayas, robles y castaños hasta dos montes no muy conocidos por la comunidad montañera. La zona es bastante más conocida y transitada por las personas que vienen a recoger setas.

  • Distancia: 10,60 km
  • Desnivel: 306 m
  • Tiempo: 2h 40 min
  • Recorrido: Ruta circular por el interior de un bosque donde se alternan preciosos ejemplares de hayas, robles y castaños.
  • Llegar al punto de inicio: Desde la autovía A-15 entre Andoain e Irurtzun, tomaremos la salida hacia Jauntsarats. Una vez rebasada la localidad de Larraintzar se accede al bonito pueblo de Alkotz.

Nada más entrar en el pueblo de Alkotz, entre grandes casas blasonadas, nos acercamos hacia la parroquia de San Esteban, que conserva los muros perimetrales del siglo XVI con ventanas de medio punto, aunque su cubierta data en el año 1.800. Conserva una cruz procesional de plata repujada que debe situarse en los años finales del siglo XV; en el anverso aparecen el crucifijo y los símbolos de los Evangelistas y en el reverso San Esteban, Adán saliendo del sepulcro y ángeles con emblemas pasionales. 

El baile más importante de los pueblos del valle de Ultzama y principalmente de esta localidad es el Ingurutxo. Existen otras danzas-juego como el Gerriko Dantza que consiste en saltar unas fajas, el Saskito dantza o baile del almud, y la Katadera dantza o baile de las sillas. Más original que estos bailes es la Txipiritona ,en la que los mozos se van desprendiendo de sus prendas de acuerdo con unas letras cantadas.

Uno de los bosques que se puede disfrutar en esta excursión. T.P.A.

Desde las proximidades de la iglesia de Alkotz (552 m), iniciamos el recorrido hacia el oeste dejando la casa Maiztarrena a un lado. Antes de salir de la población giramos a mano derecha para enfilar hacia el norte pasando junto a la casa Zunginenea y más adelante, por las inmediaciones del cementerio. En la bifurcación que se nos presenta delante, tomamos el sendero del medio, que deja la leñera a la izquierda, siguiendo las marcas de pintura blancas y verdes del sendero local. 

El sendero por donde transitamos es precioso y podemos disfrutarlo junto a grandes ejemplares de castaños, una buena cantidad de robles y una antigua calera situada junto al camino. Cuando alcanzamos casi los tres kilómetros de marcha, llegamos a una explanada donde encontramos una chabola de cazadores. 

Hay pistas por la derecha y por la izquierda, pero nuestro sendero asciende recto por debajo de un puesto de caza y a través del bonito hayedo. La vista de unas primeras rocas nos adelanta que pronto alcanzaremos la primera de las cimas. Por la izquierda, siguiendo la línea del cordal ascendemos a una atalaya rocosa en donde se sitúa la cumbre de Orbide (747 m – 1 h 10 min). 

No dispone de ninguna señalización pero la altura nos indica su ubicación. Continuamos ascendiendo paralelos al cordal por el interior del hayedo hasta situarnos en el segundo objetivo de la jornada: la cima de Eztunarri (757 m – 1h 17 min). En medio del arbolado encontramos un pequeño hito de piedras como única referencia a la cumbre.

Continuamos nuestra ruta en dirección norte por un camino más definido que en pocos metros desemboca en una pista más ancha. Vamos descendiendo por la derecha y cruzamos la regata Soromiar para continuar caminando paralelos a ella. 

Llegamos a un cruce de caminos junto a un aparcamiento para los vehículos autorizados que pueden acceder desde el pueblo. Dejamos la pista y seguimos por un camino más estrecho donde abunda el roble americano. La diferencia con el autóctono es que tiene las hojas más grandes y las bellotas son más redondas. 

El camino prosigue en dirección sur y un poco más adelante nos volvemos a incorporar a la pista que hemos dejado anteriormente y que nos lleva directamente hasta la localidad de Alkotz. 

Los últimos metros los recorremos junto a la carretera que viene del cercano pueblo de Arraitz y nos acerca hasta el pueblo más industrializado del valle, que cuenta con importantes empresas ligadas siempre al primer sector y, sobre todo, a su producto estrella: la cuajada. La localidad es el motor económico del valle. 

El roble de Arraitz-Orkin. T.P.A.

El roble milenario de Arraitz-Orkin

El majestuoso ejemplar se encuentra situado en una cercana pradera al barrio de Orkin, estando catalogado como uno de los 47 árboles monumentales existentes en Navarra. Desde larga distancia llama la atención por su imponente presencia. A juzgar por su robusto aspecto, bien hace pensar en la calificación de milenario. Sobre el prado posee una base extendida en impresionantes nervaduras, la cual sostiene un sólido tronco de 10 metros de perímetro aproximadamente. Su venerable aspecto viste el prado y el paisaje de su alrededor.