Productos de kilómetro cero. Esta expresión ha ganado relevancia en el vocabulario de muchos alaveses en los últimos años y se la relacion en muchas ocasiones con la filosofía Slow Food. Aparece en menús de restaurantes, en supermercados, ferias de productos agrícolas, concursos gastronómicos.., pero ¿sabría definir qué son los productos de kilómetro 0? ¿Por qué son importantes? El valor de los productos agroalimentarios de kilómetro 0 es mucho más que una moda.

El kilómetro cero de la alimentación

Un producto de kilómetro 0 de la alimentación, también conocido como producto de proximidad, se define principalmente por la corta distancia que recorre desde su lugar de producción hasta el punto de venta o consumo. Esta distancia no debe superar los 100 kilómetros.

En Álava, esto significa privilegiar los alimentos cultivados en las propias tierras alavesas o en áreas cercanas del País Vasco. 

Por qué es importante el “kilómetro 0”

Las razones son varias y nos afectan directamente. 

El sector agroalimentario tiene un impacto considerable en el medio ambiente. En un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIECC), se calcula que el 22 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero proceden de los sistemas alimentarios. En este cálculo estaría incluidas las emisiones de gases por el transporte de productos, así como el de los sistemas de conservación alimentaria hasta que esos productos llegan al consumidor. 

Además, conviene recordar el impacto que el modelo alimentario actual tiene en la salud. Una de cada seis personas en el País Vasco tiene obesidad. Es decir, con un índice de masa corporal superior al 30 %. Y, si bien no se alcanzan cifras de obesidad de otras comunidades, hay que recordar que el exceso de peso supone un factor de riesgo para numerosas enfermedades y es la forma más común de malnutrición.

El modelo alimentario actual perjudica la salud de las personas Cedida

Aunque los productos de proximidad han contado con el apoyo de parte de la población, empresas e instituciones desde hace décadas, no fue hasta mayo de 2020 que la Unión Europea puso en marcha el proyecto «De la Granja a la Mesa». El objetivo: fomentar que sistemas alimentarios sean justos, saludables y respetuosos con el medio ambiente. Entre las cuestiones a atajar se encuentra, por ejemplo, la reducción del desperdicio de alimentos. 

Y, por último, y no menos importante, el consumo de productos de cercanía favorece a los productores locales, impulsando su economía y creando riqueza en la región. Las protestas de principios de este año de agricultores, en defensa de un modo de vida y un sector económico primario fundamental para la sociedad, ponen de relieve la necesidad de apoyar el consumo de productos locales y de temporada.

Situación en Álava

Los productos de proximidad no son nuevos en el territorio. Vitoria-Gasteiz cuenta con una riqueza y variedad agraria considerable y es por ello que desde las instituciones se han desarrollado políticas para impulsar su consumo. El consistorio vitoriano creó en 2017 un Plan de Municipal de Agroalimentación. Entre la multitud de proyectos e iniciativas desarrolladas, cabe destacar el proyecto Basaldea, con el que se pretende fomentar el anillo agrario de la ciudad, la potenciación del mercado de la Plaza de Abastos para los productores locales, o campañas de sensibilización de la sociedad... 

Aun así, y a pesar de los beneficios evidentes de estos productos, el consumo de bienes producidos localmente en Álava es notablemente bajo. Según un estudio realizado por el Centro de Estudios Ambientales (CEA) en 2019, solo el 1.1% de los productos consumidos en Álava tienen origen en el País Vasco. Dicho estudio apuntaba a posibles causas: una falta de diversidad productiva, la inexistencia de una industria transformadora, a pesar de que Álava es un territorio con peso agrícola, y también a un desfase entre lo que se consume y lo que se produce a nivel local.

Este dato refleja una gran oportunidad de crecimiento para el sector agrícola local y para la economía de la región en su conjunto. Y también la necesidad de seguir concienciando a la sociedad alavesa para que incorpore de manera gradual el consumo de estos productos de kilómetro 0.