Este pasado sábado a falta de dos minutos para llegar el descanso y con 17 puntos abajo frente al Zunder Palencia, el play off para el Baskonia estaba lejos. Muy, muy lejos. Unos oscuros nubarrones se cernían sobre la tropa de Ivanovic.

Sin embargo, la reacción azulgrana tras el paso por los vestuarios abrió un pequeño claro. Luz. Esperanza. El cuadro gasteiztarra ocupaba momentáneamente la octava plaza a la espera de lo que hiciera el Manresa, su rival directo por la última plaza libre de las eliminatorias por el título, en su compromiso del domingo ante el Valencia en el Nou Congost.

El cuadro valenciano se perfilaba como un rival duro de roer ya que está peleando por esa cuarta plaza que le daría ventaja de campo en el primer cruce de cuartos de final y podría echar una mano al Baskonia. De ser así, el horizonte se despejaría aún más.

Jovic conduce el balón en presencia de Taylor, durante el partido entre el Manresa y el Valencia Basket disputado en el Nou Congost Joaquim Alberch

Y es que la escuadra gasteiztarra pasaría a depender de sí misma a falta de tres jornadas para la fase regular, lo que sin lugar a dudas se trataría de una buena noticia. Buenísima.

Más aún viniendo de donde viene, de una situación dramática en la que ha llegado a estar durante muchos momentos de la temporada contra las cuerdas. El ansiado triunfo taronja dejaría el horizonte despejado para el Baskonia.

Pues bien. No fue así. El Manresa doblegó en su fortín al Valencia Basket y se sigue agarrando con uñas y dientes a esa octava plaza. De nuevo unos oscuros nubarrones se ciernen sobre la escuadra del Buesa. Y es que el triunfo de los de Pedro Martínez mantienen al Baskonia en una delicada situación de cara a jugar el ‘play off’ ya que sigue en manos del conjunto catalán.

Ganar uno más

El Baskonia está obligado a sumar un triunfo más que el Manresa en estas tres jornadas que restan para sobrepasarle ya que de este modo le dejaría por detrás al tener el average particular ganado al haberse impuesto en los dos partidos, tanto en el Buesa como en el Nou Congost.

La situación no es sencilla. Y es que hay que tener en cuenta que uno de los tres partidos que le restan a los de Ivanovic es en el Wizink Center, frente a un Real Madrid que ha demostrado esta semana estar un peldaño por encima al menos del cuadro azulgrana.

En caso de caer en la visita al conjunto blanco, el Baskonia estaría obligado a ganar los otros dos compromisos restantes que le quedan, ambos en casa al calor de su público ya que parece complicado albergar opciones de entrar en play off con tan solo una victoria en estas tres jornadas finales.

El calendario

Para empezar, el conjunto azulgrana recibe este domingo a un Girona que ya está salvado, en lo que supone el duelo más asequible de aquí al final de la fase regular.

Y es que el siguiente en pasar por el Buesa Arena, el viernes 10 de mayo, será el UCAM Murcia de Sito Alonso, un durísimo rival que está peleando por acabar también entre los cuatro primeros y gozar así del factor campo en el primer cruce de cuartos.

De darse esa circunstancia, el Baskonia necesitaría en estas tres jornadas dos derrotas de un Manresa que ya ha demostrado este curso que es capaz de lo mejor y de lo peor. Buena prueba de ello es lo sucedido recientemente, tras perder la semana pasada en casa ante el Andorra y ganar en esta a un equipo de 'play off' como el Valencia.

Es una incógnita lo que pueda pasar, pero de antemano echando un vistazo a su calendario, no sería descabellado pensar en que pudiera alcanzar esos dos triunfos que dejarían fuera al Baskonia del play off, siempre que estos no hagan pleno en estas tres jornadas y ganen en el cierre de la fase regular en Madrid.

Y es que el cuadro catalán visita la semana que viene a un ya salvado Zaragoza y recibe la siguiente entre semana a un Bilbao Basket, también sin nada en juego. La única complicación para el Manresa llega en la útima jornada con su visita a un Tenerife también con opciones de ser cuarto. No está claro el futuro azulgrana. Han regresado los nubarrones.